Donnerstag, 3. Januar 2008

XXXII

XXXII

No lo sé,
harto muero en tus penas,
todo da vueltas y yo,
me cojo el barco y me largo,
a besarle los pies al brillo
del horizonte.

El poema de la luna
y el corazón de piedra
probarán a morir,
y a no joderse en el intento;
mientras aquel mar crepitará en calma,
en las callejuelas
se colarán tus perchas,
de las que cuelgo mi sudor
-tardes de sol que no se olvidan-.

Y ahora vete,
ahí tienes un verano en el invierno,
y mil hogueras en un vaso de agua;
no es tan difícil, cariño,
tú lo sabes mejor que yo.

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